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El 11 de abril de 1889 llegan a Vitoria los dos primeros marianistas, ambos franceses: D. Clemente Gabel y el P. Lorber. Se instalan en el antiguo palacio episcopal del Campillo, donde empiezan las clases el 5 de mayo de 1890 con 5 alumnos, que en octubre aumentarán hasta poder formar tres aulas, y en noviembre se trasladarán a la actual ubicación. Los alumnos del colegio se examinan en el Instituto. Vitoria tenía entonces 28.000 habitantes.

 

El 8 de junio de 1910 es un hito en la actividad extraescolar educativa del centro. El director y algunos profesores y alumnos internos hacen una excursión a las grutas de Aitzkirri, sobre la carretera de Aranzazu, y descubren los huesos de un oso de las cavernas, que formó parte durante muchos años del museo de Historia Natural del colegio.

 

En el curso 1924-25 es nombrado director del colegio el marianista Luis Heintz. Su nombre dado a la calle en que se encuentra el colegio es un reconocimiento de la ciudad de Vitoria a este educador vocacionado y entregado a sus alumnos, profesor durante 16 años (1889-1906), animador de grupos de fe y solidarios, promotor del deporte, de las salidas al monte y de la espeleología en las grutas de Álava, director del colegio de 1924 a 1930.

 

En el curso 1932-33, el gobierno de la nación publica un decreto de disolución de las órdenes religiosas. El colegio no puede ya ser de Santa María ni de los Marianistas. En vista de ello, un grupo de laicos constituyen la Sociedad Mutua Minerva, que se hará cargo del colegio. El 12 de septiembre de 1937 vuelve el colegio a llamarse Santa María y a ser de los marianistas.

 

El 28 de octubre de 1949, después de tres años de obras, se inaugura oficialmente un nuevo pabellón, que es el actual edificio central del colegio.

En el curso 1974-75, deja de funcionar el internado, que hasta entonces había sido una marca del colegio. La progresiva creación de centros de enseñanza en los pueblos hace menos necesario este servicio prestado desde los comienzos. En ese mismo curso empieza el Preescolar, con dos aulas de niños de 5 años.

 

Se empieza a hablar ya de la necesidad de dar al menos un primer paso en la educación mixta, y en el curso 1975-76 se hacen mixtos el BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) y el COU (Curso de Orientación Universitaria), que abarcan los cuatro últimos años de estancia en el colegio. Cinco años más tarde, en el curso 1980-81, se formalizaría la educación mixta empezando con los más pequeños y culminando progresivamente el proceso en los años sucesivos.

 

En abril de 1976 se inicia una obra importante de reajuste en el edificio del colegio, que consiste en el derribo de la iglesia, que ocupaba lo que ahora son tres pisos, para instalar la capilla actual y numerosas aulas y dependencias, haciendo así más funcional el uso de un gran espacio.

 

El 18 de diciembre de 1979 es un día de gran dolor para el colegio. Muere asesinado, delante del colegio al término de su jornada de trabajo, el conserje, amigo de todos, Juan Cruz Montoya. El colegio organiza una manifestación silenciosa por la ciudad en señal de protesta. El funeral se celebra en la catedral nueva abarrotada.

En ese mismo curso 1979-80, tras una encuesta a los padres, se imparten clases de euskera voluntarias y seguidas por una gran mayoría de alumnos. En el curso 1987-88 empezaría ya en el colegio, dentro de la enseñanza reglada, una sección bilingüe, modelo B, en 1º de Preescolar.

 

Actualmente el centro está empeñado en un plan coordinado de trilingüismo: euskera, inglés, castellano, que se inicia ya en los primeros cursos.

 

El deporte es una actividad que se ha cuidado tradicionalmente y se sigue cuidando en el centro. En la actualidad, de los 1400 alumnos/as, unos 800 participan en alguna de estas cuatro modalidades: baloncesto, fútbol, balonmano y patinaje.

 

La creación, en septiembre de 1985, de una escolanía de niños consagra la preocupación por el cultivo de la música, que actualmente se plasma en la escuela de música.

 

También el crecimiento en la fe ha sido una preocupación histórica en el colegio. Antes, durante muchos años, funcionó en el colegio la congregación, que reunía a los alumnos que deseaban madurar en su vivencia de la fe y en su servicio a los demás. Hoy, casi la mitad de alumnos/as de secundaria y bachillerato están integrados en Elkarbidea. Son grupos de fe que, conducidos por un buen grupo de monitores, pretende contribuir a la educación integral de los/las adolescentes, cultivando los valores humanos y cristianos.

 

A lo largo de la historia, los sucesivos cambios en los planes de estudio y la necesaria adaptación a una sociedad en movimiento han hecho necesario introducir los cambios pertinentes para satisfacer las necesidades educativas y la demanda social y pedagógica. Hoy día el colegio está haciendo un esfuerzo considerable para introducir y formar al alumnado y al profesorado en las nuevas tecnologías informáticas.

Toda una vida dedicada a la enseñanza

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  Historia  

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